martes, octubre 31, 2006

Quiero que se me pinte bonita la vida

Después de una mañana de domingo de perros pasé una tarde bastante mejor. Gracias sobre todo a mi amiga Laura (mi otra mejor amiga) que se dedico a hacerme reír durante toda la tarde. Es única.
El caso es que el lunes pasó sin más pena ni gloria y yo a ratos depre y a ratos animada. A la hora de la siesta me puse a ver unos dvd's de House y, por accidente, mi móvil se estrelló contra el suelo y se desmontó. Al encenderlo otra vez leí el mensaje de bienvenida: "Quiero que se me pinte bonita la vida".
Como bien decía Nico hace unos meses en su blog, esta frase es de las mejores de todo el disco de Nena Daconte que he recomendado, recomiendo y recomendaré.
Pues parece mentira pero esa única frase me hizo cambiar el chip y pensar: "¿Cómo que "quiero que se me pinte"? ¿Tendré que pintármela yo no?"
Así que, y haciendo caso de otra canción de Nena Daconte "entré en el hueco donde estás con una excavadora para echarte de mi mundo". Yo más que echar a nadie lo que eché fueron las ideas que me acercaban peligrosamente a una fiesta con Sebastian (mil gracias, Ric. Mejor símil imposible).
Me he comprado un montón de cajas de plastidecor, alpino, rotuladores, témperas y demás material escolar y voy a dejar mi estado de ánimo que no lo va a reconocer ni su padre.
Que la vida ya es bastante puta (con perdón) algunas veces para que nosotros nos la compliquemos más y que a mí no me pega nada el papel de María Magdalena. Que yo estoy siempre animada y de guasa porque es lo que me gusta, porque siempre encuentro algo positivo dentro de lo negativo.
Que ya he entendido eso de que si la vida te da limones, y no encuentras tu media naranja, pues haces limonada y le echas azúcar (¿verdad, Ire?)
En fin, que voy a pintar mi vida como en un cuadro bonito. Uno de esos de Van Gogh que tanto me gustan y que espero quede genial y la pintura sea resistente.
Y como tengo colores a mansalva (no sé si esto se escribe así) pues le mando una buena caja de ellos a mi querido Joao. Sigo atenta, escuchando tus silbidos.

domingo, octubre 29, 2006

Esclava de mis palabras

Durante unas horas aquí han estado escritas otras palabras. Palabras que ahora me encadenan a un sentimiento de culpa con el que no puedo.

Por un momento pensé que escribir lo que me gustaría sentir en un momento como este me ayudaría a superar la realidad, bastante más desagradable. Por unos minutos quise imaginar cómo serían las cosas si todo fuese bien. Pero eso de una vida idílica, todo sonrisas y buen rollo no existe. Ya voy aceptándolo.

Durante meses me he dedicado a decir a los demás lo bien que estoy, lo fácilmente que supero mis problemas y lo poco que me cuesta animarme. Realmente es así. Pero cuando me pasa algo malo todo vuelve a salir a flote. Los problemas no superados se convierten en olas imposibles de abatir que luchan por ahogarme.

Esas palabras escritas desde la ilusión y la esperanza de que pudieran ser ciertas han sido malinterpretadas por la persona más importante en mi vida, la que más me ayuda (sin saberlo) a superar los tsunamis de mi vida. O quizá fueron mal expresadas por mi parte, quién sabe.

Así que en estas me encuentro: sola ante el peligro y desfiando el oleaje sin timón ni timonel (Sabina es un maestro del que saco una frase hasta en los peores momentos). Sé que estoy a punto de tocar fondo, de dejarme llevar por la marea y que mi barca llegue donde tenga que llegar. También sé que eso no es lo correcto. Que debería luchar por lo que quiero y creo pero hoy me he quedado sin fuerzas.

Mañana empieza una nueva semana y con que sea un poquito mejor que esta que ya se acaba seguro que encuentro fuerzas para remar un rato más y alejarme del fondo.

Dios mío, ¡vaya prado de penas! que diriía Emilio en Aquí no hay quien viva.

Continuará...

jueves, octubre 26, 2006


¿De verdad soy tan horrible?

Creo que ha sido el peor mensaje que he recibido en los últimos meses. El que más injusto me ha parecido, el que más me ha preocupado y el que más me ha dolido.
Por otro lado, también es el que respuesta más clara ha recibido: No, no eres horrible. Ni tan siquiera eres un poquito mala. Por mucho que tú lo digas y lo intentes, no te sale. Puedes seguir intentándolo si quieres pero seguirá sin salirte. Estás avisada.
Siempre que he intentado escribir algo sobre lo que significas para mí me he sentido incapaz. No sé si por miedo a plasmar en un papel tantas emociones, tantos sentimientos encontrados o simplemente porque no sé.
Ya sabes que eres mi mejor amiga (junto con Laurita, claro, no se me vaya a enfadar). Y que te he dicho miles de veces que para mí eres una hermana. Unas veces la mayor y otras la pequeña, pero mi hermana al fin y al cabo. Y a un hermano se le quiere porque sí, sin razones ni preguntas.
¿Cuánto hace que nos conocemos? El momento lo recuerdo como si fuese hoy, eso sí, pero el tiempo se me ha pasado volando, como siempre se me pasa contigo.
En los años que han pasado desde entonces he podido conocer a mucha gente, pero ninguna como tú. ¡Luego te extrañas cuando digo que eres lo mejor que me ha pasado en muchos años! Pero es que es la verdad.
¿A quién le he contado yo todas mis historias? Que no son pocas. ¿Con quién he reído hasta tener agujetas y con quién he llorado hasta quedarme sin lágrimas? ¿A quién llevo a mi recreo cada vez que puede venir? ¿A quién pido consejo cuando ando perdida y quién me lo pide a mí?
Un día, un amigo me escribió una dedicatoria en una foto que me hizo gracia: “Un amigo es aquel que conoce tus defectos y pese a ellos te quiere”. No sé si el mensaje iba con segundas pero el caso es que yo a ti te quiero por tus defectos. Porque sin ellos no serías tú. Serías una copia falsa de ti que a mí no me gustaría.
No eres tan horrible porque sino ya me habría alejado de ti.
No eres tan horrible porque das todo lo que tienes y lo que no tienes lo buscas.
No eres tan horrible porque eres la que más aguanta en las fiestas, aunque esté molida, solo por estar conmigo.
No eres tan horrible porque siempre encuentras la palabra justa, en el momento justo, en el sitio justo... Y da igual cuál sea la palabra, cuál el momento y cuál el sitio porque para mí lo importante es que me la digas tú.
Así es como yo te quiero, con lo bueno y con lo malo, como hay que querer. ¡El que no sepa valorarlo se lo pierde!
Así que ya estamos pasando este trago, como pasamos todos, con más o menos dificultad pero pasándolo. Juntas, siempre juntas. ¿Estamos?
Y ya sabes: ¡hasta el infinito y más allá!

martes, octubre 24, 2006

Machismo cavernícola


Ayer llegué a casa indignadísima y cabreadísima.
Iba yo a mis clases de inglés en la escuela de idiomas cuando ví a unos operarios del Ayuntamiento (del SELUR, concretamente) cogiendo un montón de arena que había en mitad de la calle y echándola en unos cubos que luego vaciaban en un camión.
Una de ellas era una chica y allí estaba la buena muchacha: "cargo la pala, la vacío en el cubo, cargo la pala, la vacío en el cubo". A la vez, sus dos compañeros iban coreando: "ooooooooooolé, ooooooooolé".
Yo pensé que igual era una coña marinera entre compañeros pero me dí cuenta de que no porque la cara de la chica era un poema.
Para colmo, dos "abueletes" contemplaban la escena y mientras uno decía: "pues no lo hace mal del todo" el otro opinaba que: "¡va! Si no llena casi la pala".
Eso me hizo seguir mi camino con dos ideas bien claras en la cabeza:
1. Las mujeres no valemos para todos los trabajos. O al menos las mujeres como yo porque si estoy en esa situación a mí me echan, pero ellos se tragan la pala.
2. He de llevar siempre la música puesta por la calle porque hay cosas que es mejor no oir.

lunes, octubre 23, 2006

De Madrid al cielo y estúpida, pero feliz.

1. El sábado por la mañana tenía una cita. A las 11 en Retiro. Mis amigas del Sitio de mi recreo venían a ver la capital.
Yo pensé que la lluvia no iba a respetarnos y que íbamos a acabar en el Prado viendo cuadros que, oye, a mí me gusta pero no era su idea de “ver Madrid”.
Por suerte no llovió (Montesdeoca se equivocó) y pudimos disfrutar del centro en todo su esplendor. Yo lo vi más bonito que nunca, probablemente por la compañía y porque me gusta vivir aquí aunque de vez en cuando me agobie y necesite huir al recreo.
Paseando por el Retiro me acordé de aquel “De Madrid al cielo” y pensé que no he oído mejor lema que ese, que hay que patentarlo y repetirlo hasta la saciedad porque Madrid no son solo obras, tráfico, polución, manifestaciones y metros averiados.
Eso sí, por la noche las obras del Manzanares me hicieron bajar del cielo al infierno de golpe. Aquello parece una montaña rusa pero en coche. Yo creo que Gallardón lo hace para que nos ahorremos la entrada del parque de Atracciones y no lo valoramos.
Pese a las obras, las lluvias y el cansancio de 20 despierta nada ni nadie consiguió que me fuera a dormir con una sonrisa en la cara. ¡Viva Madrid!
2. Lo peor llegó el domingo cuando tuve que enfrentarme a la realidad de una semana madrugando mucho y un sábado de infarto. Aún así mereció la pena no dormir toda la tarde para ver a Alonso y el Madrid.
Una, que no es ni patriótica, ni monárquica y letizista (lo siento, Grelinho), ni comunista, ni socialista ni casi nada que acabe en –ista (salvo periodista, madridista y alguna más que habrá por ahí) no puede evitar emocionarse cuando ve a algún deportista español ganando algo. Si el deportista encima es asturiano, del Madrid y me ha caído en gracia pues ya la hemos liado.
Alonso es un chulo, sí, lo sé, pero a mí me ha caído en gracia. ¿qué queréis que haga? El caso es que ya es nuevamente campeón del mundo y yo me alegro por él.
Y ya el Madrid-Barça fue la culminación de un finde perfecto. Sobre todo porque el Madrid parecía de nuevo el Madrid: bien colocados, unidos, tocándola… Todo ello me hizo acordarme del comentario de A.Q. (profesor de la Universidad): “El fútbol es un deporte estúpido, practicado por estúpidos y que solo ven los estúpidos”.
Pues muy bien, pero es que yo me sentía tan estúpida y tan feliz que me importaba un bledo lo que dijese nadie.
El Madrid vuelve a ser el Madrid. Raúl es más Raúl que nunca (y ahí ya si que casi me emociono) y hasta Helguera parece haber recuperado la forma. La cosa marcha. Esperemos que dure.
A mí me hace tata ilusión que el día uno volveré al Bernabéu después de 5 años. Como pierdan no sé lo que voy a hacer.
3. Le acabo de decir a Miriam que le dedicaré mi primer libro. De momento le dedico el post y le doy las gracias por todo, ya sabes.

Mil gracias a todos los que os habéis pasado por aquí y habéis dejado vuestra espiga.
Ruth, prometo pasarme y comentarte.
Mucho sol para todos en este día tan lluvioso!!!

viernes, octubre 20, 2006

Uno, dos. uno, dos. Probando...
Por tratarse del primer post de mi blog debería explicar porqué nace todo eso.
El primer blog en el que entré y comenté fue el de Nico, primero por admiración al personaje (perdón por lo de personaje) y luego porque el blog está muy bien, la verdad.
Desde ahí llegué a un montón de fiestas más y ahora es un no parar. Grelinho, Marivip, Joao... (ya os dedicaré un post un día de estos, espero)
El caso es que me piqué y me dije a mí misma que el día que tuviese un buen nombre para un blog, uno que me gustase, que tuviese que ver conmigo, que me identificase con él vamos, crearía uno. Y aquí estamos.
Estaba convencida de que el nombre de mi blog debería tener alguna referencia a mi pueblo, lugar donde me siento más yo, donde está mi familia, mi infancia, mis amigos. Donde han hecho de mí lo que soy y harán lo que seré.
Ese es "El sitio de mi recreo", que también tiene sol, espiga y deseo como el de Antonio Vega, y al que me marcho cada vez que necesito aire, sol, amistad, confidencias, risas y algún que otro llanto. El sitio por el que he renunciado a alguna que otra cosa importante (vosotros ya me entendéis) y que habéis logrado compensar con creces.
Así que si muchos de mis posts tienen que ver con El sitio de mi recreo que no os extrañe y perdonadme pero allí han transcurrido los momentos más felices de mi vida y yo sí vuelvo donde he sido feliz.
Espero que la cosa marche y este sitio se llene de sol, de espigas y de deseos (sean estos los que sean).