Justamente idealizados
El año pasado, con motivo del 25 aniversario del 23-F, se organizó en la facultad una conferencia con Manuel Núñez Encabo, entonces mi profesor de Ciencias Jurídicas, y Santiago Carrillo. La cosa trajo cola porque unos cuantos se dedicaron a armar jaleo, insultar y faltar el respeto a un hombre que estaba contando su experiencia personal, simplemente.
Carrillo empezó su intervención diciendo que quería que ese acto sirviese como homenaje al verdadero artífice de la Transición, al que posibilitó que él estuviese ahí hablando con total libertad, a Adolfo Suárez.
Yo salí de allí emocionada e indignada a partes iguales. Indignada por los "estudiantes" que armaron el Belén y emocionada por volver a oir a hablar a un político de verdad. Es increíble la lucidez que mantiene ese hombre con más de 80 años.
Después, hablando con un amigo, le decía que creía que políticos como Suárez y Carrillo eran los que nos hacían falta hoy día. Políticos que sean capaces de entenderse más allá de sus diferencias, de dar su brazo a torcer para lograr lo mejor para el conjunto del país, de hablar y generar en la gente la sensación de que van a cumplir y de que creen en los que están diciendo. "Si hoy no se representan ni a sí mismos, ¿cómo me van a representar a mí?", le dije. Me contestó que él cree que la política de la transición en general y Suárez en particular están demasiado idealizados.
Esta semana he vuelto a acordarme de aquella conversación después de ver los programas que se han dedicado al ex-Presidente en Telecinco y Antena 3. He de reconocer que me quedé un poco chafada con el programa aquel de El español más importante de la historia. Yo pensaba que el 1º iba a ser Suárez. Pero no, eligieron al Rey.
Puede ser que Suárez no sea el español más importante de la historia, y Carrillo menos. Puede que les tengamos idealizados. Da igual. Para mí son un ejemplo a seguir por todos esos que se llenan la boca diciendo que quieren defender a España y los españoles.
Quizá en un momento como este sea conveniente echar mano del pasado y ser capaces de entendernos como hicieron Suárez, Carrillo y tantos otros. Que vayan tomando nota.
jueves, junio 07, 2007
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5 comentarios:
Hace años ya, estaba por un pueblo perdido, muy perdido de Huesca.
Nos iban a enseñar una iglesia que acababa de ser desacralizada y la habían convertido en un garito.
Cual no fue mi sorpresa, cuando al entrar me encontré a Carrillo tomándose una cerveza.
Tienes razón... incluso creo que carrillo tiene más de 90 años! lo oi en una entrevista hace unos meses en gomaespuma y es increible como se puede defender unas ideas sin atacar al contrario.
Cuántos deberían de aprender.
Joao: Yo he tenido grandes broncas por carrillo. Estoy tan pillado que con 14 años me compré por mi cumpleaños el libro de la Transición de Victoria Prego, quién me iba a decir que la conocería... Es cierto que en España hay una idealización increible de la Transición y de la Constitución, pero es bonito. En portugal se pasa bastante de la revolución de los claveles
Las broncas por Carrilo las he teniod, porque aunque no queramos, fue un asesino muy sanguinario, aunque el tiempo ha logrado que se olvide esa parte de su pasado. Al final estaba en una guerra y defendía un gobierno legítimo que estaba siendo atacado.
Yo adoro a Carrillo y creo que la história ha sido mala con él, empezando por el propio PCE.
Respecto a la transición, quizás no pfuera perfecta y claro que ya a pasado tiempo y la podemos releer, pero tampoco me tirán las críticas excesivas a como se hizo. Creo que la transición " se hizo como se pudo" y aún así tal y como estaban als cosas, muy bien salió y mucha mano izquierda hizo falta, mucha.
Yo me horrorice cuando vi que le iban ahacer un "Hormigas blancas a Suárez!...vamos ni lo ví..me quedé en el " no puede ser ciertooo"
Y sí, hemos perdido esa sensación de estar haciendo algo todos juntos, algo tan importante como construir sociedad y gobernarnos.
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