jueves, agosto 30, 2007

El sol de nuevo brillará

1. Las operaciones son como las guerras: inevitables, dolorosas, largas, angustiosas y todo el mundo cree que acaban con la firma de la paz. O con el alta del hospital en el caso de una intervención. Sin embargo, una vez se firma esa paz empieza lo peor. El proceso de reconstrucción del país y la vuelta a la vida normal del paciente. Aquí las fuerzas internacionales ya han traido toneladas de paciencia. Yo lo completaré con trillones de besos.
2. La muerte de Emma Penella me sorprendió, la de Umbral no la esperaba. Lo de Puerta es demasiado.

lunes, agosto 20, 2007

Mediterráneo, al templo del sol

1. Es un chasco subir a la Alcarria de paseo y no ver más que parcelas llenas de paja. Parcelas que antes fueron campos y campos de espigas que bailaban si cesar y acunaban mis días. Ahora solo hay girasoles con sus cabecitas mirando para abajo y sin hojas amarillas.
Pero ha sidp un chasco mayor aburrirme por primera vez en mi vida en el pueblo. De no haber sido por los juegos con Lucía habría sido uno de esos girasoles pochos.
Y todo porque las espigas no han arrullado mis sueños. Me cachis!
2. Al final ni Barcelona, ni la Costa Brava, ni Cullera, ni Murcia, ni Cantabria. Al final, y si nada lo impide de aquí a unas horas, yo me voy a Torrevieja. Como medio Madrid. Solo serán cuatro días pero a ver si el Mediterráneo me da fuerzas para levantar la cabeza y apretar los dientes en esta recta final.
Sed buenos!

domingo, agosto 12, 2007

¿En qué estrella estará?


1. Lucía me ha dicho esta tarde:
-¿Qué haces, Laura?
-La maleta
-¿Dónde te vas?
-A Madrid
-¿A pasar unos días?
En esas ando, pasando días en Madrid.
2. Al volver de Valfer he visto en un panel de la DGT un nuevo anuncio: "Desde el 1 de enero 1682 muertos". Se me ha helado la sangre.

3. "Si su estrella se ha perdido roba otra y dásela". ¿Voluntarios para ir a la trena?

lunes, agosto 06, 2007

Que tiene que llover, tiene que llover a cántaros

Escribo el primer post desde mi recién estrenado portátil con una sensación extraña, mezcla de miedo y cansancio, que me da algo de vértigo.
El verano que se presentaba perfecto va complicándose día a día y, pese al calor, yo ya no veo ni un solo rayo de sol en nuestras nubladas vidas.
Estos días valoro más que nunca eso que se dice siempre el día de la lotería: "Por lo menos que tengamos salud" y me doy cuenta de lo sabio que es mi padre cuando dice que el que tiene salud no sabe lo que tiene.
Por eso no espero que este mes de agosto me regale largos días de sol, visitas a lugares bonitos, tardes de playa y mus sin nada que hacer, largos baños en el mar e interminables noches de borrachera (los que se emborrachan).
Este año solo espero que las nubes de tormenta que tiñen de gris nuestras vidas descarguen toda su agua de golpe y nos deje a gusto, con un arco iris precioso ante nuestros ojos. Sé que todo va a ir bien, que los que nos queremos contamos con nuestro apoyo como el mejor de los bálsamos y que cosas como estas pasan cada día hasta en las mejores familias. Lo malo es cuando toca en la tuya. Se torea mejor desde la barrera. Al menos yo.
Así que me despido con un deseo y un agradecimiento. El deseo: que llueva mucho, mucho, mucho. Que llueva a cántaros y luego tengamos una buena temporada de sol con algo de viento.
Y el agradecimiento a ellos. Porque sin su apoyo ya me habría hundido. Gracias, otra vez, por las penas compartidas, la felicidad acumulada y toda la que vendrá. (Creo que era así).
Sed buenos y pasadlo muy bien todos. Feliz y nublado verano