¡Stop, mi bruja!

1. Se acaba una era. Ayer terminé de leer "Harry Potter y las reliquias de la Muerte". Diré que el libro, en general, me resultó sorprendente. A medida que iba leyendo empezaba a adivinar el posible final, que nada tenía que ver con la idea original de que partía. ¡Qué difícil es hablar en clave para no revelar nada a nadie!
En fin, solo diré que ha sido un digno final para la saga y que yo quiero más. Me da igual que sea una secuela, que una precuela, que hable de los padres de Harry, de la madre que trajo a Dumbledore o de todos los antepasados de Voldemort. Pero yo quiero más magia. Solo he echado de menos los partidos de quidditch y el típico: ¡10 puntos para Griffindor!
Fue una sensación rara cerrar el libro y saber que, por mucho que yo vuelva a leerlos las veces que quiera, había acabado una era.
Eso sí, a mí nadie me quita que yo ahora vaya por la calle pensando en patronus y que intente abrir la puerta de casa con un simple Alojomora.
En plan freake entonaría un "¡Larga vida a Harry Potter!" pero me limitó a recomendaros cada una de las siete aventuras del niño de la cicatriz.
2. El viaje a París ya está cerrado: billetes comprados, albergue reservado, planos en la mano y recomendaciones recibidas. Diez puentos para los más grandes (grelinho y la rateta) y mil gracias por sus recomendaciones.