...un árbol vale tanto como el precio de su hacha...

No tengo vergüenza. Tengo este sitio totalmente abandonado. Quizá sea porque ahora visito cada fin de semana el recreo de verdad y no necesito pasarme por este. No. En realidad es que las tardes de julio me tienen vaga perdida, deambulando de la cama al sofá siempre con un libro en la mano y sin ganas de ir a la piscina ni al parque ni a tomar nada por ahí.

En todo este tiempo sin escribir fue mi cumple (eso sí lo conté), el de Miriam (ya la felicité), mi Graduación (acto precioso que yo nunca pensé que me emocionaría tanto), las fiestas de Valfer (¡y que Fiestas! Me vestí de Peter Pan), otra vez malas noticias, otra vez la esperanza de que las cosas mejoren, más calor, confesiones entre montados de lacon con philadelphia y muchas cosas más.

Intentaré poneros al día de lo importante. Mientras tanto, dos cosas:

I. Aún estoy flipando con el final de Los Hombres de Paco. ¿Qué es eso de que la furgoneta de Lucas salte por los aires? ¿Los guionistas tenían un día de resaca y no se les ocurrió una cosa mejor para que Hugo saliese de la serie? ¿Y si algún día decide volver, qué? ¿Por qué nos dejan a todos con tan mal sabor de boca?

De todos modos, yo sigo confiando en que los guinistas tenían el día ultrainspirado y en septiembre nos sorprenderán con un complicado argumento que acabará con Lucas vivito y coleando. Yo tengo dos teorías al respecto, pero no me adelantaré por si acaso.

II. No me gustó nada 48 horas, la película sobre el secuestro de Miguel Ángel Blanco. No me gustó que se "inventaran" lo que Miguel Ángel hizo mientras estuvo secuestrado. Me sirvió para recordar esos dolorosos días. ¿Quién no los recuerda? Y todo el rato, como una eterna banda sonora, en mi cabeza sonaban de fondo los cánticos de aquellas manifestaciones y Una lluvia violenta y salvaje, de Revólver. ¿De verdad vale tanto el árbol como el hacha? Me costó dormir.

Nota: Solo escuchad la canción. Olvidaos de las imágenes. Era el único vídeo de Youtube con esta canción.