lunes, agosto 20, 2007

Mediterráneo, al templo del sol

1. Es un chasco subir a la Alcarria de paseo y no ver más que parcelas llenas de paja. Parcelas que antes fueron campos y campos de espigas que bailaban si cesar y acunaban mis días. Ahora solo hay girasoles con sus cabecitas mirando para abajo y sin hojas amarillas.
Pero ha sidp un chasco mayor aburrirme por primera vez en mi vida en el pueblo. De no haber sido por los juegos con Lucía habría sido uno de esos girasoles pochos.
Y todo porque las espigas no han arrullado mis sueños. Me cachis!
2. Al final ni Barcelona, ni la Costa Brava, ni Cullera, ni Murcia, ni Cantabria. Al final, y si nada lo impide de aquí a unas horas, yo me voy a Torrevieja. Como medio Madrid. Solo serán cuatro días pero a ver si el Mediterráneo me da fuerzas para levantar la cabeza y apretar los dientes en esta recta final.
Sed buenos!

1 comentario:

Laura Abella dijo...

pues BArcelona esta divertida, tiempo de aburrirse no hay. Pero ese Mediterráneo...verás que pese a su mal estado y tiburón que se ha plantado en el tramo de Tarragona tiene sus cosas lindas.
Ya nos contarás, besos!