lunes, mayo 14, 2007

Cuando sobran las palabras

He encontrado una canción por casualidad en Internet. La he oído y he vuelto a emocionarme como aquel día, a llorar y a mojarme la lluvia de aquella tarde. Hoy, no me queda nada más por decir.

Sonó el despertador y estaba por llegar a pesadilla.
La sangre salpicó el televisor mientras me desplomaba en una silla.
Se derramó una lágrima en la taza del café, que se enfrió, que no probé. Y se colgó en mi corazón un lazo negro de desolación cuando empecé a escribir esta canción
Hoy, que estamos huérfanos de fe, que no hay respuestas al porqué, que todo está en segundo plano, ¡Madrid se ha vuelto tan cercano…!
Hoy, que no hay lugar para el consuelo, que llora el niño y el abuelo, que salen trenes para el cielo.
Se derramó una lágrima en la taza del café desde Granada a Santander. ¿Quién nos curará de las heridas recibidas, de las malas jugadas de la vida?
Hoy, que sin razones se aniquila. Hoy, que la muerte va en mochila, que los relojes se han parado a la hora de los atentados.
Hoy, que suena un móvil sin respuesta, que dan la vuelta las encuestas, que hay un lugar para la gesta. Que un mar humano grita: ¡basta! Que saca el corazón su casta, que somos de la misma pasta.
Hoy, que no hay lugar para el consuelo, que llora el niño y el abuelo, que salen trenes para el cielo…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Joao: Oyes, te noto melancólica ánimo!

Anónimo dijo...

Cuanta melancolia...
11-M verdad? o por lo menos a eso me recuerda...
Yo creo k ni el tiempo llega a curar del todo las heridas, y mucho menos borra los recuerdos... si acaso los arrincona, pero en el fondo siguen ahi. Hay k aprender a vivir con ello y con todo.
Animate vale? un beso

Ruth