sábado, septiembre 13, 2008

...y quisiera poder gritar...
He tenido un sueño, pero no uno de esos sueños que te asaltan mientras duermes, si no uno de esos sueños que aparecen mientras estás despierta, uno de esos que te gustaría que fuera real...
Paseamos por el centro de Madrid, sin rumbo, dejándonos llevar donde quieran nuestros pies, hablando y riendo sin parar. En mitad de la Gran Vía me dice que tiene los pies destrozados, sonrío y él me da un beso. Pero no un beso cualquiera, no. Uno de esos besos inesperados, de los que te congelan el corazón y hacen que un ejército de mariposas suba desde la punta de tus pies hasta estallar en tu estómago.Y me vuelve a mirar y le vuelvo a sonreir. Y somos felices con solo pasear por la Gran Vía...

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