martes, diciembre 12, 2006

Que el baile con espigas no pare nunca...
Después de que el martes por la tarde el gris marengo se tiñera de negro estaba claro que yo necesitaba unos días de no hacer nada, de relajarme y coger fuerzas para los pocos días que quedan de año.
He hecho todo lo que me propuse menos coger fuerzas y estudiar un poco. Lo primero porque no he parado de ir de un lado para otro y lo segundo como consecuencia de lo primero.
El martes por la noche llegué a mi Valfer querido y comprobé que hacía más frío del esperado, que había llovido, que el repetidor de tv seguía mal y no podía ver House ,así que prontito a dormir.
El miércoles fue un día de descanso total que rematamos en casa de mi amiga Laurita (la única e incomparable Alm) hablando hasta la una de la mañana.
El jueves: visita a Brihuega, tortitas para merendar, cena en casa con los amigos y partida de Trivial en la peña. Guerra de sexos que ganaron las chicas pese a las trampas de Chema.
El viernes llegó lo bueno. A mis amigos no se les ocurrió otra cosa que ir a Sigüenza. A mí ese pueblo me encanta, iría todos los días, pero no todos los días de diciembre poruqe hacía un frío que me ha provocado el gripazo que tengo hoy.
Lo mejor de todo fue la cena del sábado. Allí estábamos 25 personas reunidas única y exclusivamente para estar unos con otros y pasarlo bien. ¡Y vaya que si lo pasamos! La juerga terminó a las 8 de la mañana con muchos con varias copas de más y -2º en los termómetros.
Volver a la cruda realidad de Madrid, de la Universidad, el trabajo, las aglomeraciones, las luces de Navidad, los madrugones... ha sido un shock muy, muy fuerte.
Lo importante es que lo pasamos bien, que baile muchísimo con espigas, que me reí hasta dolerme la tripa (como hacía tiempo) y que pude estar con mis amigos y enorgullecerme una vez más de nuestra amistad.
Porque como diría mi Alm: "Somos cojonudos" y nadie se lo pasa tan bien como nosotros cuando estamos juntos.
Ahora, y pese a la gripe, ya me siento con fuerzas para afrontar lo que venga. Me pongo el mono de faena, el casco de "nacío pa luchar", entono un "A las barricadas" y me convenzo de que esta batalla también la ganamos.

3 comentarios:

Joao dijo...

Cuando el corazón baila con espigas es como el princpio de Desayuno con Diamantes, una tranquilidad, "nada malo me puede pasar cuando estoy en Tiffanis"...

Laura Abella dijo...

Hola guapa!

te echabámos de menos! Pero si ha sido para cargar las pilas ( porque es lo que has hecho, aunque no tubieras tu momentazo Sofá, mantita,House), pues ya está bien.

Lamento el cambio de gris merengo a negro. Vendrán más colores. La vida a veces es una sucesión de tonalidades. Algunas tonaldades las arrastramos siempre.

Que hayas empezado bien la semanita.
¡A las barricadas compañera!

Anónimo dijo...

Sin tiempo de nada, pues ayer blogspot no me dejaba poner comentarios....jejeje : lo prometido era deuda...

Voy a pedir otra cosa por aquí, a ver si me es concedida: Quiero un yate, quiero un yate, un yate...


Un beso.