Fragilidad

Siempre es difícil acertar con las celebraciones, los monumentos, los tributos, las canciones... dedicadas a víctimas del terrorismo.
A mí me encantó la canción que compuso Revólver, "Una lluvia violenta y salvaje", con motivo del asesinato de Miguel Ángel Blanco.
Me gustó más aún la que compuso Ismael Serrano tras los atentados del 11-m.
El caso es que hoy, al salir de una historia en Colón, Sara, Marcos y yo hemos decidido acercarnos andando hasta Atocha para ver el Monumento a las Víctimas del 11-M.
Yo lo había visto por fuera el día de la inauguración cuando llegué de Sevilla y me pareció que se habían dejado puesto el envoltorio.
Desde dentro es otra cosa. Una bóveda transparente con todos los mensajes de gente anónima, sus sentimientos esos días, lo que les pasaba por la cabeza. Y un rayo de sol atravesándola, como si fuese un rayo de esperanza, la ilusión de que algo así nunca volverá a pasar. Se me ha hecho un nudo en la garganta y se me han llenado los ojos de lágrimas.
Desde allí nos hemos ido al Retiro. Hacía una mañana digna de pasear entre tantos árboles y flores (a costa de mis pobres ojos, que se han hinchado con tanto polen). Hemos acabado en El Bosque de los Ausentes.
Vamos, que nos hemos puesto en situación para ir el lunes a una sesión del juicio en la Casa de Campo. A oír hablar (o lo que sea que hagan) a los etarras.
Me quedo con tres de los mensajes que he leido:
1. Mataron mi vida, mi alma, mis sueños, pero no mi libertad.
2. Moriría por mis ideas pero nunca mataría por ellas.
3. El viento del olvido no podrá con el huracán de vuestros recuerdos.
Ismael expresó tanto dolor con la palabra "Fragilidad". Todo, absolutamente todo, pende de un hilo, un hilo demasiado fino que nunca sabemos cuando se va a romper. Aún tenemos nuestra libertad. Y, como dice Ismael, "Quizá no seamos héroes, pero aún seguimos vivos". Disfrutadlo.
Buen fin de semana a todos.