viernes, septiembre 07, 2007

Viva mi profesor

Si tuviese que elegir el mejor profesor que he tenido en mi vida, el más majo, el más atento con los alumnos, el más trabajador y el más guapo, ese sería Manuel Torremocha. Me dio clase de Historia Contemporánea en 1º de Bachillerato y de Historia del Arte en 2º y con él aprendí más que nunca y saqué las mejores notas. Yo estudiaba mucho porque me gustaba mucho sacar buenas notas, me gustaba mucho la Historia, mucho más el Arte y mucho más Torremocha.
Él era conmigo el típico profesor frío, que hablaba con todas cuando se las encontraba por los pasillos y a mí me liquidaba con un "Hola". Si sacaba un 9 en los muchos trabajos que me mandaba, me ponía eso, un 9. Si bajaba del 8 siempre añadía una notita de "el procedimiento (que así llama él a sus trabajos) está muy mal" y me hundía en la miseria.
La cosa cambió con el penúltimo examen de Historia, en el que saqué un 10. Se puso a repartir los exámenes, a todos se los daba en mano y a mí me lo tiró con cierto desdén sobre la mesa. Y ahí estaba, un 1 y un 0 bien grande y bien hechos. A mí me dio un vuelco el corazón. Estaba contentísima y ya me daba igual que Torremocha pasase de mí.
Cuando estaba mirando si había puesto alguna corrección en el examen, se acercó por detrás y me dijo: "Hacía más de diez años que no ponía un 10". Al final del examen había añadido una hoja en la que me decía que se alegraba mucho de mi marcha durante el curso, de lo bien que había hecho el examen y diciéndome que no le cabía ninguna duda de que sería una gran periodista, sin que yo le hubiese dicho nunca lo que quería estudiar.
A partir de entonces empezó el buen rollo con él, las bromas como con todas las demás y a llamarme “nena”, también como a todas las demás. Y a mí me pueden llamar niña, chiqui, cuchi, cielo y todo lo que tú quieras pero no soporto que me digan “nena”. Le dije que no me llamase así, siguió, le empecé a llamar “profe” y dejó de hacerlo.
Ya en 2º la cosa fue sobre ruedas. Se dejaba la piel en cada clase, disfrutaba un montón con todo lo que nos explicaba y hacía que lo entendiésemos a la perfección.
Cuando estábamos preparándonos para selectividad una amiga comentó que les íbamos a echar de menos y él dijo que no, que mentira, que del instituto nos íbamos yendo poco a poco, porque teníamos alguna clase suelta para completar temario, y que no nos daríamos cuenta de la marcha. En parte fue verdad.
Hasta el día que fuimos a por las notas de selectividad. Cuando llegué fue la primera persona que vi en el hall y me dijo: “ven aquí. Estoy muy orgulloso de ti”. Y cuando me fui sentí que perdía algo.
Había vuelto a verle un par de veces, en encuentros casuales por la calle. Los dos íbamos siempre con prisa y poco menos que hablábamos cortésmente y adiós. Nunca estaba cuando iba al instituto.
Hoy he vuelto, con la intención de ver a todos los profesores. Y ha sido como ese día de selectividad. Le he visto en el recibidor. Hablando con un montón de chicas/os así que me he ido a ver al resto.
Después de esperar un buen rato a que acabase, cuando ya se iba, le he gritado: “Manuel!!!” Allí que se da la vuelta, allí que me ve y yo pensaba que iba a decir un “Ey, nena” cuando exclama: “Pero bueno, mi niña, ¿qué haces aquí?”
Hemos hablado un rato y nos hemos despedido con el eterno “Vuelve pronto a vernos” “Sí, lo prometo”.
Al salir volvía a sentirme la niña que era cuando el prerrománico asturiano me quitaba el sueño, cuando no me aprendía los afluentes del Tajo y el Guadiana, cuando llevaba una carpeta llena de fotos de futbolistas y cantantes…
El día 8 empiezo 5º de carrera. Me siento vieja.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Madre mia Lau casi se me escapa una lagrimilla y todo...
Me da rabia, e incluso hasta pena, nunca haber llegado a tener tanta complicidad con un profesor... de hecho mi mejor profesor fue Rafa, un profesor particular k me daba clase de fisica y matematicas cuando estaba en ESO. Es el mejor maestro k he conodico en mi vida, y sobre todo muy muy paciente ( k conmigo para la fisica habia k armarse de valor y paciencia).
Mis promesas de "vendremos a veros" a mis profesores del insituto se han convertido en recuerdos. No volvi a pisar por alli desde k recogi las notas de selectividad. Y tampoko volvi a ver a ninguno
No te agobies, aun no eres nada vieja, estas en lo k llamamos "la flor de la vida"
Un besazoo

RUTH

martita dijo...

qué bueno es tener profesores así, eh Lau?? qué pena, mi profesor de música (asturiano) se va este año del instituto...y yo con lo depre que estoy con mis notas.....menos mal q al final conseguí lo que me proponía (su e-mail jeje) hace un par de dias, antes de recoger mis notas le vi y estuvimos hablando un buen rato, iba con otras dos profesoras de su misma asignatura y se paró a hablar conmigo, le dije que me escribiera de vez en cuando para saber algo de el...Ay!! este curso no será lo mismo sin el jejeje
Por lo cual, me alegro muchisimo que hayas vuelto a ver a tu "profe".

Anónimo dijo...

Joao: hay gente que te cambia la vida

Anónimo dijo...

ay q friki eres la leche jajajaja lau con este ya no hace falta que uses la técnica rodillas, ya no te da clase jajaja ay ay ay nena¡¡¡ kjajajajajaja el calvo