miércoles, octubre 17, 2007

... Y coman perdices

Para los que me conocéis bien no es ninguna novedad que mis ganas de asistir a "La Boda del Año" han ido aumentado paulatinamente y muy despacito. Podríamos decir que en este año desde que se anunció el evento no he pasado de 2ª. Pero al llegar al pueblo de la novia (mi ya prima) metí 5ª y decidí que, ya que había conducido tantos kms, iba a pasarmelo pipa.
Y lo conseguí. Vaya si lo conseguí.
Todo ha sido un no parar desde el jueves a las 17 horas que llegamos (preciosa la casa rural, por cierto) hasta el sábado a las 17 horas que nos volvimos.
Tarde de jueves comentando y viendo todo lo que había preparado para el viernes. Tarde-noche-madrugada de confidencias con Miriam. Teníamos mucho de que hablar, demasiados cosas que contarnos y mucho tiempo sin vernos.
Y llegó la mañana de la boda. Que tú piensas: "la boda es a las 13:30, así que no hace falta que madrugue". Y cuando te levantas a las 8 de la mañana te dices: "¿y yo para qué pensaré?" El caso es que se desayuna (susto incluido con la caida de S0l por las escaleras), se hacen las camas (o más bien hacemos las camas, que ellas solas pues como que no se hacen) y allí que yo empiezo la misión "Rizarme el pelo". Habitualmente es una misión imposible en mí, pero tras el corte del pelo del miércoles me daba hasta miedo intentarlo. Pero también lo conseguí.
Y allí estaba yo, encerrada en la habitación, con unos rulos horribles en la cabeza mientras todo el mundo fuera comentaba lo guapísimo que estaba el novio (cosa de la que no me cabía ninguna duda) y yo sin verle.
Todo comentario quedó corto cuando vi a mi primo vestido de novio, con su traje azul, sus zapatos y su pañuelo al cuello. Estaba guapísmo.
A partir de aquí los acontecimientos se aceleran: te vistes, te pintas, te quitas los rulos, empieza a venir la familia, besos por aquí, besos por allí, fotos al novio, más besos y a buscar a la novia para ir todos juntos a la Iglesia (las tradiciones es lo que tienen).
La novia elegante a más no poder y muy, muy guapa, la verdad. Ceremonia cortita (el cura iba a destajo). Salida de los novios, arroz, confetis, enhorabuenas y a comer.
Comida copiosa (todo riquísimo, por cierto) y al baile. Tres horas de bailoteo variado. El chaval cantó desde pasodobles a rumbas pasado por dos vals y alguna canción más modernita.
Y llegó la cena, ya con lo pies destrozados de los tacones y unas buenas zapas calzadas en los pies. La cena me encantó. Cuando llegué y vi a un montón de gente cantando el Clavelitos pensé "Pero esto que es lo que es???" Y resultó ser una cena de gente encantada de la vida de estar juntos y con unas ganas locas de pasárselo bien.
Pasé el trago de no llorar acordándome de mi abuela con todas las jotas extremeñas típicas. Y eso sí que fue un logro.
Y el sábado: más de lo mismo. Mañana sentadas a la sombra de una higuera y comida típica: caldereta de cordero.
Después de eso, con un cansancio en el cuerpo que no podíamos más y habiendo pasado dos días inolvidables, tocó recorrer los más de 300 kms que nos separaban de Madrid.
Cuando llegué a casa, con 38 de fiebre y la espalda totalmente destrozada, no me acordaba de lo bien que lo había pasado. Ahora ya no me acuerdo de los kms al pueblo, el rollo de los rulos, el viaje de vuelta ni la fiebre.
No sé si algún día los novios leerán este blog (debería decírselo) pero, por si acaso, les doy las gracias por la boda tan estupenda que organizaron, por el esfuerzo que hicieron y les deseo todo lo mejor y que todas sus lunas, sean lunas de miel.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pero no vale! NO sales tu en la foto!
Para mi lo mejor de las bodas es el dia despues, la reboda, ahi si k te lo pasas guai.
Y por supuesto, el baile, los pasodobles y todo lo k sea hacer el ganso despues de la comida/cena del propio dia de la boda. Tengo ganas ya de ir a una.
Como dice un amigo mio: tu de lo k tienes ganas es de ir a tu propia boda. xD
Un beso

RUTH