Hombres de piedra

Ayer pude ver en pre-estreno la película "El hombre de arena", protagonizada por Hugo Silva y María Valverde. No diría que es un drama, sino una historia de superación. La de Mateo, un soñador inconformista al que le aplican la Ley de Vagos y Maleantes durante el franquismo y encierran en un manicomio sin estar loco.

Me gustó mucho la historia, la ambientación, el papel de los actores que interpretan a los enfermos mentales y el de María Valverde. Con Hugo Silva sobran las palabras. Por fin le han dado la oportunidad de hacer un papel serio donde explote todas sus posibilidades como actor. Y, personalmente, me encantó. Es increíble lo que trasmite ese chico con la mirada.

En el coloquio posterior nos dijo que en el cine español es muy importante el boca a boca. Así que yo me tomo nota y os recomiendo a todos que vayáis a verla al cine. Si no os gusta, pues siempre podéis quedaros con lo superficial de ver el cuerpazo del chaval en acción.

"No quiero quedarme aquí para que el viento me desmorone. No quiero ser un hombre de arena". La frase más bonita de la película, el mensaje que me ha calado más hondo.

Yo tampoco quiero ser una mujer de arena y que el viento me borre cuando quiera. Tampoco una mujer de paja, que pueda arder a la mínima. Ni de barro, para que alguien pueda moldearme a su antojo.

Granito, definitivamente. Debemos ser de granito, para soportar los envites del sol, la lluvia, la nieve y el viento. Con eso me quedo.

Después Ire me preguntó que qué tal la peli y qué tal Hugo. De la peli le dije lo que ya habéis leído y de Hugo que se ha convertido en EL HOMBRE por excelencia. Con deciros que he vuelto a poner un póster en mi habitación. El de la película.

Prometo poner pronto las fotos que le hice para que tod@s podáis disfrutarlo.