Bajo los adoquines no había arena de playa

1. Pasé la campaña con el firme convencimiento de que algo malo iba a pasar. El jueves me fui a dormir pensando que me había equivocado y que todo iba a estar tranquilo hasta las elecciones. ¡Cómo odio equivocarme!

2. Hoy, en Relaciones Exteriores, la profesora, hablando del Regeneracionismo, ha comentado que: "Cuando ya has llegado a límites muy bajos solo te queda mejorar". Discrepo.
Para mí, estas elecciones pasarán a la historia como las primeras en las que un político ha reconocido su derrota, ha asumido la responsabilidad del desastre y ha dimitido, consciente de que quizá el problema sea él. Y también son la muestra evidente de que siempre se puede caer más bajo todavía.

Probablemente nadie echará de menos a Llamazares pero a mí me jode comprobar que bajo estos adoquines tampoco hay arena de playa.

3. No quería que ganase el PP y no quería mayorías absolutas porque no me gustan (ni de uno ni de otro lado). ¿Debería darme por satisfecha?

4. El cambio en mi vida ha empezado por cambiar las canciones del móvil. En mi despertador suena Sucede que a veces de Ismael Serrano y me despierto con Te entiendo de Pig Noise. Lo siguiente será rellenar la instancia para irme a estudiar inglés fuera. Tiempo al tiempo.