lunes, septiembre 08, 2008

...queda un espacio vacío...
Ayer me sorprendí sonriendo en el espejo. Pensé que era una buena señal, que la vida volvía a sonreirme o yo le sonreía a ella, no sé, y que debía retomar algunas viejas costumbres, como las tardes en el parque, las pelis a media tarde, las siestas por sorpresa, la visita a la peluquería...
Pero uno nunca espera que el destino, la mala suerte, la dama de negro o pongámosle "x" se cruce en tu camino de una forma tan inesperada, que el día que empezaste sonriendo cambie en solo un segundo...
Lo peor es no encontrar consuelo alrededor porque ya no ves ninguna sonrisa. Lo mejor, saber que todos esos rostros sin sonrisa tienen un hombro en el que apoyarse y que, con todos nuestros hombros juntos, el peso será más ligero... O eso esperamos todos.

3 comentarios:

Laura Abella dijo...

Hola Lau!
Sí, en esos momentos es necesario reforzar las pequeñas cosas que nos hacen sentir bien, y que, en otros momentos no vemos el inmenso valor que tienen, de darle consistencia al suelo.

Sabes que puedes venir a Barcelona a airearte si lo necesitas, ok?

Sigo debiendote el mail ( que vergüenza, i'm sorry). Besitos

Anónimo dijo...

Arriba mi lauri

martita dijo...

ufff...si que me he perdido, sí.
Bueno, solo espero que estos momentos dificiles se hayan pasado aunque siempre quedara el recuerdo en la memoria...
Espero que tu familia y amigos te haya arropado y te haya dado mucho ánimo.
Muchos besos!